martes, 16 de octubre de 2012

Sentir, decir, pensar, soñar.

Decir algo y no saber si es lo que de verdad se quiere decir. Pero ya después de dicho y de ser escuchado por un oyente... estamos jodidos. No porque este ejercicio sea malo, sino porque ya no hay vuelta a atrás.... puede que el oyente y el diciente lo olviden pero igual sucede. Y usualmente lo que se dice con peso no tiende a ser olvidado.

He dicho algo hoy que pueda que no trascienda lo que soy, pero de pequeños decires que en su momento causan una sonrisa, una lagrima, una incomodidad... se va cambiando lo que uno piensa, lo que uno hace, lo que uno es. 

Hoy tuve el valor para decir algo... y no me arrepiento. Sigo con el sentimiento de algo intransmisible dentro de mi, tal vez esto ni siquiera sea real, ni siquiera exista. Sólo soy responsable de esa existencia de lo inexistente. Sé que suena estúpido pero es que la misma situación en la que se plantea esto lo es. Y de nuevo insisto que escribir es cada vez una necesidad más fuerte.... de escribir para que alguien me lea, para que alguien pueda entenderme, para sentirme mejor, para sentir menos culpa, para liberarme. Sin importar si caiga dentro de la banalidad de lo que siempre se dice. 

Ahora en este mismo momento, quiero dormir pero al mismo tiempo tengo mucho miedo de mis pesadillas, tengo miedo de mi misma.... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario